Las sillas para ducha son perfectas cuando surge algún problema de movilidad o de equilibrio. Y existe una gran variedad de sillas para elegir. Desde sillas sencillas hasta sillas de ruedas que puedes utilizar en el plato de ducha. Su elección depende de la necesidad que tenga la persona que la va a utilizar. Por eso, vamos a ver los distintos tipos según la necesidad que tengas tú o la persona que cuidas.
Silla para ducha
Mantener una higiene diaria adecuada es esencial para nuestro bienestar personal. Aunque en algunas circunstancias, este hábito puede convertirse en algo complicado de llevar a cabo. Las personas mayores con algún problema de estabilidad, en situación de dependencia o con movilidad reducida pueden tener dificultad en su aseo diario. Así, se recomienda el uso de estas ayudas técnicas específicas para la higiene personal.
Y es importante hacer la elección según la necesidad que exista. Si la persona tiene movilidad reducida, si necesita una gran estabilidad o si sólo necesita un punto de apoyo. Pueden darse diferentes situaciones con distintas soluciones. Vamos a ver algunas claves a tener en cuenta para que la elección sea la más adecuada a tu situación personal.
Movilidad reducida

En los casos de movilidad reducida, puedes optar por el uso de sillas de ruedas para ducha. Una opción que te permite entrar directamente al plato de ducha. Puedes mejorar la seguridad, evitar resbalones y asearte con una mayor comodidad.
Las sillas para ducha con ruedas te proporcionan una solución perfecta para mantener tu higiene personal. Puedes utilizarla en la ducha ya que están diseñadas con materiales lavables y resistentes a la humedad. Además, disponen de un asiento en herradura para poder asegurar la higiene de las partes íntimas. Y son muy confortables, gracias a los asientos acolchados, reposabrazos y respaldos, y muy manejables. También puedes encontrarlas con diferentes tipos de ruedas según el uso y la necesidad que tengas.
Higiene íntima

En la higiene diaria es fundamental el aseo de las zonas más íntimas. En ocasiones, por algunos problemas, se complica este aseo diario. Para solucionarlo, puedes disponer de este tipo de sillas para ducha. En sus distintos modelos, el asiento se ha diseñado en forma de herradura. Así, se facilita la higiene íntima en el día a día.
Estas ayudas técnicas para el aseo personal, solucionan el posible problema de aseo diario. Este tipo de silla para baño en forma de herradura puedes utilizarla en la bañera o en el plato de ducha. Sus patas disponen de conteras antideslizantes y de regulación en altura. Así puedes ajustarla a tus medidas y mantener el confort en la ducha. Los materiales son adecuados para la humedad de baño y muy resistentes. Las encontrarás plegables, con o sin respaldo, con reposabrazos o sin ellos y en distintos tamaños. De esta forma, puedes elegir la más adecuada a tu necesidad y dimensiones de la zona de baño.
Sillas con reposabrazos

Las sillas para ducha pueden tener reposabrazos, cómodos y que sirven de punto de apoyo. Sobre todo pensadas para personas con algún problema de equilibrio o estabilidad. En estos casos, los reposabrazos te ayudan a entrar y salir de la bañera, a sentarte y levantarte. También para apoyarte mientras te aseas o coges los productos que utilizas en la ducha.
Los reposabrazos de las sillas para baño son de diferentes materiales y diseños. Ten en cuenta el uso que vayas a darle y la necesidad de apoyo que tengas. Si necesitas un buen agarre o si sólo es un punto de apoyo. También tienes la opción de este tipo de sillas con reposabrazos con o sin respaldo. Su elección depende de tu necesidad.
¿Con respaldo o sin respaldo?

La elección de una silla para ducha con o sin respaldo depende de si existe algún problema de estabilidad o no. El respaldo te permite un gran confort y sobre todo seguridad en tu higiene diaria. Si necesitas estabilidad, la silla para ducha con respaldo te la proporciona. Por el contrario, si sólo necesitas permanecer sentado mientras te aseas, una silla sin respaldo será suficiente. Una silla con un asiento cómodo y patas antideslizantes que te ofrece la seguridad necesaria.
Como en los ejemplo anteriores, puedes encontrar asientos sencillos, acolchados o en forma de herradura. También los respaldos pueden tener diferentes características. Acolchados o sencillos, regulables en altura o con abertura en la parte superior. Elige el que más se adapte a tu necesidad.
Sillas para ducha plegables

Este tipo de sillas para ducha son perfectas cuando necesitas guardarlas después de la ducha. Están diseñadas para plegarlas cómodamente y sin problemas. Además, no ocupan mucho espacio por lo que puedes colocarla donde lo necesites. También existe el modelo abatible que se instala fácilmente en la pared de la ducha. Una vez utilizada, puedes plegarla y conseguir que no ocupe espacio. Sobre todo, este tipo de sillas están pensadas para las personas que compartís el cuarto de baño. Así, tras utilizarla, puedes guardarla ocupando el mínimo espacio.
Las distintas opciones de sillas para ducha te proporcionan un gran abanico de soluciones. Tu elección depende de la necesidad que tengas. Recuerda que puedes consultarnos si tienes dudas. Te asesoramos para que elijas la más adecuada e idónea para tu situación. Puedes escribirnos a clientes@grupolasmimosas.com y te guiaremos en tu elección.