La Asociación Ictus de Aragón (AIDA) nace en el año 2000 con el objetivo de apoyar y prestar atención a las personas que han sufrido un ictus y a sus familiares. AIDA es un punto de encuentro en el que se ofrece asesoramiento, se informa y se rehabilita.
El equipo humano de la asociación se compone de terapeutas ocupacionales, neuropsicólogos, logopedas y distintos profesionales que completan un equipo multidisciplinar. Distintos profesionales que atienden, asesoran o intervienen en los distintos casos.
Hoy queremos conocer el trabajo de Teresa Rodrigo, terapeuta ocupacional de la asociación:
Buenos días Teresa. Antes de nada muchas gracias por dedicarnos parte de tu tiempo.
Nos gustaría comenzar preguntándote sobre el Ictus. ¿Nos puedes explicar en pocas palabras qué es y en qué medida se puede hablar de recuperación?
Buenos días, muchas gracias a vosotros por interesaros por nuestra labor.
Podríamos definir un ictus como un trastorno brusco de la circulación sanguínea del cerebro. Hablando en líneas generales existen dos tipos principales, los ictus isquémicos, en los que un vaso sanguíneo del cerebro se obstruye a consecuencia normalmente de un trombo y los ictus hemorrágicos, en los que se produce la rotura de un vaso sanguíneo, por lo que la sangre no llega a la zona lesionada del cerebro.
Existen ictus de tipo transitorio en los que el cerebro se encarga de recuperarse por sí mismo y apenas aparecen secuelas y otros, que en cambio dejan secuelas de tipo neurológico. Existen secuelas de todo tipo según el caso. Puede versen afectados aspectos cognitivos y conductuales, sensitivo motores, afectar a la capacidad de comunicación y de interaccionar con otras personas y de desenvolverse en su vida diaria.
Acerca de la recuperación destacaría que depende de muchos factores, en los que influyen aspectos tales como la edad de la persona, la gravedad de la lesión, el tiempo que transcurrió desde que sufrió el episodio ictal hasta que fue atendido por el personal hospitalario, la precocidad al realizar el tratamiento rehabilitador y si este es integral y se adapta a las necesidades específicas del afectado y por supuesto, un factor que habitualmente la gente suele tener en menor consideración y no por ello menos importante, que es el apoyo familiar.
Es de suma importancia que el usuario disponga de un entorno humano que le apoye y aplique las pautas que le aporte el Equipo de Rehabilitación, para que favorezcan que el afectado adquiera la mayor autonomía posible y no caer en la sobreprotección.
Además también destacaría la actitud del afectado ya que es necesario que esté implicado y sea constante para favorecer la adhesión al tratamiento.
En muchos casos, tanto los afectados como sus familiares pasan por dificultades para aceptar la nueva situación y esto supone una barrera importante que dificulta los avances.
Podría decir por lo tanto, que cada persona es única, tanto por el tipo de lesión que ha sufrido, como por sus características individuales y su entorno familiar, por lo que la recuperación depende de muchas variables y por ello cada afectado evoluciona de diferente forma.
Y ¿en qué consiste tu trabajo desde que la persona o sus familiares se ponen en contacto?
Actualmente ejerzo una doble labor en la asociación, ya que además de trabajar como Terapeuta Ocupacional me encargo de la coordinación del Equipo de Neurorehabilitación.
Participo en el proceso de valoración integral. Tras ser detectada la necesidad por parte de nuestra Trabajadora Social, Ruth Ambrós, de que un nuevo usuario requiere ser valorado, se realiza una triple valoración.
La primera parte consiste en una valoración neuropsicológica que realiza nuestra Neuropsicóloga, Lorena Larios, de la esfera neuropsicológica y los aspectos conductuales del afectado, además de realizar una entrevista a su familia.
Por otra parte, nuestro Médico Rehabilitador, Alfredo Blasco, lleva a cabo la exploración clínico funcional, valorando el estado físico del afectado.
Y por último yo llevo a cabo la valoración de las Actividades de la Vida Diaria, para conocer el impacto que ha tenido el ictus sobre las áreas del desempeño ocupacional y conocer los roles e intereses que se han visto afectados.
Una vez realizada esta triple valoración, redactamos el Plan Integral de Atención Socio Sanitaria, en el cual plasmamos los resultados obtenidos, junto a los objetivos que vamos a perseguir, los cuales son determinados en conjunto con los intereses del usuario. La inclusión en el Servicio de Rehabilitación se realiza tras la aceptación del tratamiento por parte de la familia.
Posteriormente, llevo un seguimiento de los usuarios para que los diferentes departamentos que intervienen en su tratamiento realicen la revisión del caso clínico en el periodo establecido. El cual varía en función de cada caso según la fecha en que sufrió el ictus y sus características individuales.
Mi trabajo como Terapeuta Ocupacional consiste en procurar que el afectado por ictus consiga recuperar la mayor autonomía posible en sus actividades de la vida diaria. Para ello tenemos en cuenta qué componentes del desempeño ocupacional están afectando dichas actividades. En el caso de que sea posible la recuperación de los mismos trabajamos para obtener la mayor posible y posteriormente generalizar los logros a sus actividades diarias y así obtener la máxima autonomía. Pero en el caso contrario tendremos que conseguir que el afectado logre realizar las actividades, adiestrándolo a través de pautas facilitadoras, estrategias compensatorias y/o modificar las actividades o su entorno y en el caso necesario adquirir ayudas técnicas.
La asociación implementa diferentes programas de atención. ¿Podrías detallarlos brevemente?
Nuestros programas actuales son los siguientes:
1. Rehabilitación funcional, cuyo objetivo consiste en la recuperación de los aspectos afectados de las esferas cognitiva, comunicativa, sensorial, sensitiva, motora y psicosocial, y en el caso que no sea posible, el adiestramiento a través de estrategias compensatorias y la adaptación de las actividades y/o el entorno para obtener la mayor autonomía posible.
2. Generalización de logros, cuyo objetivo es extrapolar las habilidades y destrezas adquiridas a su entorno habitual.
3. Reintegración a la vida diaria, con el objetivo de recuperar al máximo posible la incorporación de sus rutinas previas a su vida diaria y la recuperación de sus roles e intereses.
4. Mantenimiento, con el objetivo de prevenir la pérdida de los logros alcanzados, ralentizar el deterioro y prevenir complicaciones por desuso.
5. Supresión de barreras arquitectónicas, cuyo objetivo es adaptar el entorno domiciliario a las necesidades específicas de cada usuario.
6. Red de talleres, con el objetivo de prevenir el deterioro de los usuarios, prevenir el aislamiento y favorecer la interacción social y una red de apoyo grupal.
¿AIDA cuenta con un Centro de Día?
Actualmente nuestra Asociación no dispone de un Centro de Día propio, sino que cuenta con acuerdos con varias Residencias que tienen Centro de Día.
Con dichas entidades se han establecido sinergias para favorecer a los usuarios de ambas, de forma que así nuestros socios pueden hacer uso de sus servicios e instalaciones y los usuarios de dichos centros pueden hacer uso de nuestro Servicio de Rehabilitación.
Además, ponéis a disposición de las personas que ha sufrido un Ictus un servicio de atención domiciliaria. ¿En qué consiste? Y ¿qué profesionales atienden en este servicio?
Normalmente recomendamos a nuestros socios que acudan a Rehabilitación a nuestro centro ya que de esa forma se favorece una rutina ocupacional y la relación social con otros afectados, a la vez que se trata de evitar el asilamiento social y el sedentarismo.
En el caso que el usuario se vea incapacitado para acudir al centro debido a barreras arquitectónicas en su domicilio u otras peculiaridades, actualmente únicamente están disponibles los servicios a domicilio de los departamentos de Terapia Ocupacional y Fisioterapia.
Dicho tratamiento se lleva a cabo en la misma dinámica que el resto y se pone en común con el resto de departamentos durante las reuniones de equipo.
Desde el departamento de Terapia Ocupacional se valora si el entorno domiciliario es accesible para el afectado y se recomienda si es necesario realizar algún cambio en el mismo. Se trabaja para que los usuarios sean capaces de manejarse de forma autónoma en su entorno habitual.
El departamento de Fisioterapia suele intervenir en este programa con el objetivo de prevenir las complicaciones por desuso y por falta de movilidad y a su vez adiestran a los familiares para realizar con los afectados las diferentes movilizaciones, transferencias y prevención de úlceras por presión.
Para finalizar, nos encantó el I Certamen Literario AIDA 2016, ¿cómo fue la experiencia? ¿se repetirá?
Pues la verdad es que fue una experiencia muy gratificante porque hubo relatos desde dos categorías. La primera era desde la propia experiencia de un afectado y la segunda, personas que no habían sufrido un ictus.
Desde la Asociación lo vivimos muy de cerca ya que muchos de los usuarios del Servicio de Rehabilitación quisieron participar y nos mostraron sus relatos.
Fue emocionante ya que en alguno de ellos se hablaba de forma simbólica de sus experiencias y en un caso concreto se hizo alusión a parte de nuestro equipo.
Queremos repetir la experiencia pero es posible que el segundo Certamen Literario se realice en 2018 ya que este año se nos ha echado el tiempo encima.