En algunos momentos todos podemos confundir el envejecimiento normal con los síntomas del Alzheimer. Esos primeros signos de alarma que pueden desencadenar la enfermedad. Pero es importante aclarar que en la vejez se produce cierto deterioro natural que no tiene porqué derivar en una enfermedad.
Vamos a ver las diferencias entre el envejecimiento normal y el inicio del Alzheimer. Las diferencias entre algunos síntomas del declive normal causado por el envejecimiento y los síntomas de Alzheimer.
Y recuerda, si tienes alguna duda sobre este u otros temas sobre alzheimer, puedes ponerte en contacto con nosotros ¡Te la resolveremos!
¿Cómo podemos distinguir el envejecimiento y los síntomas de Alzheimer?
En el envejecimiento normal se producen un declive natural. Algo que se asocia con el avance de la edad y que no significa que se esté desarrollando una demencia. Los olvidos, lapsus de memoria, algún problema de orientación o una menor velocidad de procesar la información son frecuentes en la vejez.
Por el contrario, si hay una pérdida de memoria y un deterioro de capacidades como el lenguaje o la orientación y, además, afectan a la vida diaria, podría ser un inicio del Alzheimer.
Así que si tienes más de 65 años o tienes un familiar mayor y te preocupan algunos síntomas que pueda tener, ten en cuenta estas diferencias. Podrás distinguir entre el envejecimiento normal y los síntomas de Alzheimer en el inicio de la enfermedad.

Pérdida de memoria
¿Alguna vez has olvidado el nombre de una persona? Nos puede ocurrir a todos y a cualquier edad. Saludamos a alguien que sabemos que conocemos, pero no recordamos cómo se llama. No recordar un nombre o no saber que ibas a comprar, no indica que desarrolles la enfermedad de Alzheimer. Probablemente lo recuerdes más tarde. Pondrás en marcha alguna estrategia para acordarte por ejemplo de dónde dejaste las llaves de casa.
Sin embargo, las personas con Alzheimer olvidan además del detalle, el contexto entero. Si la pérdida de memoria le acarrea problemas para por ejemplo ir a hacer la compra u otras actividades diarias, podría tratarse de un síntoma de Alzheimer. Otros ejemplos podrían ser si tu familiar olvida lo que acabáis de hablar, si pregunta varias veces por lo mismo o si olvida una fecha importante.
Desorientación espacial y temporal
Es algo frecuente olvidarnos de qué día es hoy. Por ejemplo, no saber qué día de la semana es. Normalmente, tras pensar un poco o buscando información descubrimos en qué día estamos. Disponemos de estrategias para obtener la información. También es normal desorientarnos en algún lugar y buscar la manera de volver a orientarnos.
En cambio, una persona con Alzheimer, puede no recordar en qué estación del año está. O puede olvidar dónde está y cómo ha llegado hasta allí, aunque sea un lugar conocido.
Problemas al tomar decisiones
En el envejecimiento es normal tomar malas decisiones de vez en cuando. A cualquier edad nos pasa, ¿verdad? Pero uno de los síntomas de Alzheimer es la falta de juicio o los problemas la tomar decisiones. La persona toma decisiones inadecuadas o le es imposible tomarlas. Por ejemplo, regalar dinero en grandes cantidades. Son decisiones inapropiadas o arriesgadas que alteran su estabilidad y la del entorno familiar. En muchas ocasiones, uno de los primeros signos de la enfermedad está relacionado con el manejo del dinero. Regalar dinero a un desconocido o sacar de la cuenta una cantidad importante de dinero son algunos ejemplos de ello. Estas situaciones conllevan otras más problemáticas. Otro ejemplo puede ser la elección de ropa inadecuada para la estación del año o desatender la propia apariencia.
Problemas de lenguaje
Conforme avanza la edad, es posible que tengamos algún problema con el lenguaje, con la comunicación. Es frecuente no encontrar la palabra adecuada en una conversación o, por ejemplo, que ésta sea menos fluida.
Una persona con Alzheimer puede parar una conversación porque no sabe cómo seguir o de qué estaba hablando. Se queda bloqueado, paralizado porque le faltan las estrategias para poder seguir hablando. Puede tener problemas para entender una palabra que conocía, perder el hilo de la conversación y por supuesto sentirse frustrado por ello. El lenguaje se desorganiza y se deteriora la comunicación de forma progresiva. Si tu familiar padece esta enfermedad, puede sentirse inquieto, frustrado y es posible que evite las situaciones sociales para no encontrarse en esta situación.
Cambios de comportamiento
Cada uno de nosotros en distintos momentos sufrimos cambios en nuestro comportamiento. Podemos tener cambios de humor en algunas circunstancias o sentirnos irritables en determinados momentos. Son cambios comprensibles y normalmente pasajeros que se deben, por ejemplo, a situaciones estresantes o experiencias dolorosas.
Las personas con Alzheimer, sin embargo, pueden tener estos cambios de la conducta por las propias lesiones cerebrales de la enfermedad. En las etapas iniciales, pueden sentir por ejemplo irritabilidad cuando les llevan la contraria. O pérdida de interés por sus aficiones y abandono de las mismas.
Éstos son algunos de los síntomas más comunes en el inicio de la enfermedad de Alzheimer. Síntomas que no debemos confundir con el proceso de envejecimiento.
En este proceso es natural que aparezca cierto declive o deterioro, pero es importante no alarmarnos. Aún envejeciendo, disponemos de estrategias para compensar por ejemplo un despiste o una palabra que no encontramos al hablar. Recordaremos aquello olvidado y buscaremos la manera de expresar lo que queremos.
De todas formas, si piensas que tu familiar podría estar en un inicio de la enfermedad porque sospechas de algunos síntomas de Alzheimer, acude a su médico. Y si tienes dudas o necesitas más información sobre este tema, puedes ponerte en contacto con nosotros. Te asesoramos en lo que necesites.