Hemos recibido un caso en nuestra consultoría sobre las relaciones sociales de las personas mayores. Sobre cómo el aumento de la red social mejora el bienestar y la calidad de vida en la vejez. Os contamos este caso y cómo se ha resuelto de manera satisfactoria:
Carmen, es una mujer de 86 años que vive en soledad desde que murió su marido hace dos años. Estos dos últimos años han sido muy difíciles para ella. Su hija Laura nos escribió preocupada por su madre, por cómo desde que está sola, se siente abandonada y cansada, dejando pasar los días sin motivaciones, sin intereses. Laura nos comenta que Carmen ha ido adaptándose a la nueva situación: Vivir sin su pareja con la convivía hace más de 50 años. Por supuesto sigue echando de menos a su marido, pero ha superado esa gran tristeza que acompaña a la pérdida de un ser querido. Se ha adaptado a vivir sin él, a la nueva situación, aún sintiendo tristeza por momentos y echándolo de menos ha ido gestionando la pérdida y ha continuado sus quehaceres diarios. Su salud general es buena y conserva una amiga desde hace años, aunque no la ve con frecuencia por distintas circunstancias. Laura nos pregunta qué podría hacer para que su madre salga más de casa, conozca a gente nueva y entable nuevas amistades. Algo que, como nos dice, mejoraría su estado de ánimo.
Las relaciones sociales mejoran el bienestar general
Según diferentes estudios, las personas mayores que mantienen su red social tienen mejor salud física y psicológica que las que no la mantienen. Es decir, las relaciones con los otros, con amigos, con personas del entorno o por ejemplo con las personas con las que compartimos alguna actividad, mejoran nuestro bienestar y nuestra salud. Además, disminuye el impacto de situaciones vitales estresantes que pueden vivirse en estas edades, se gestiona mejor el estrés. Como hemos comentado en otras ocasiones, las relaciones sociales y el apoyo social en la vejez también promueven la autonomía, previenen las situaciones de dependencia, generan sentimientos de confianza y seguridad y aumentan la percepción de recibir ayuda cuando sea necesaria. En definitiva, mantener relaciones con los otros aporta beneficios y protege la salud y el bienestar.
¿Cómo podemos aumentar las relaciones sociales de las personas mayores?
Las personas mayores a menudo se sienten solas o se aíslan socialmente por determinadas circunstancias vitales. Por ejemplo en caso de viudedad, de pérdida de amistades con el paso del tiempo o de disminución involuntaria de la autonomía como puede ser una enfermedad crónica que no nos permite salir de casa sin alguna ayuda. Son muchas las circunstancias que puede reducir nuestras relaciones sociales. Sin embargo, son bastantes los recursos a nuestro alcance para evitarlo o para crear nuevas redes sociales. Desde actividades de participación social hasta acudir a por ejemplo un centro día para personas mayores.
Veamos algunos ejemplos: Participar en una asociación determinada como son las asociaciones de personas mayores, siendo de interés para la persona, aumenta la participación social y también las relaciones sociales, promoviendo además el envejecimiento activo. De la misma manera, ser voluntario en alguna entidad también mejora las relaciones con los otros y beneficia a la salud física y psicológica, al bienestar, al nivel de satisfacción. Otro ejemplo puede ser la educación permanente, que podemos encontrar en distintas entidades como por ejemplo la universidad para mayores que ofrecen distintos centros. Participar en cursos o en formación de interés para la persona, además de propiciar relaciones sociales, beneficia al envejecimiento activo o al sentimiento de autorealización. Estos ejemplos son algunos de los recursos que encontramos a nuestro alcance y que consiguen mantener o aumentar la red social de las personas mayores.
El caso de Carmen: Acudir a un centro de día
En el caso que nos ocupa, la hija de Carmen nos comenta su preocupación por su madre y le explicamos la importancia de mantener relaciones con otras personas. Además le explicamos cómo su madre puede mejorar su bienestar y animarse a salir de casa si encuentra alguna actividad que sea interesante y que le motive. Así que Laura habla con su madre y deciden entre ambas acudir a un centro de día que hay cerca de la casa de Carmen.
Este tipo de centros ofrecen una atención especializada e integral a las personas mayores. Profesionales de distintas disciplinas desarrollan actividades y atienden promoviendo entre otros, un estilo de vida saludable, un envejecimiento activo y la estimulación adecuada y específica para cada persona. En el centro de día informan a Carmen y Laura de los horarios y actividades, talleres o salidas que tienen programadas. Desde los servicios básicos como higiene, alimentación equilibrada y saludable o peluquería hasta los servicios de atención como el psicológico o la terapia ocupacional. Carmen decide comenzar a asistir.
Para terminar, tener en cuenta que conocer los distintos recursos disponibles para mantener las relaciones sociales en la vejez es fundamental para el bienestar de las personas mayores. En casos (como el de Carmen) de vivir en soledad, los recursos de la comunidad como los centros de día reducirán el aislamiento social, aumentarán la red social y mejorarán la calidad de vida de las personas mayores.
Si tienes alguna duda, consúltanos y te guiaremos en la búsqueda tan necesaria de recursos para conseguir el objetivo, tu bienestar.
Fuentes:
La participación social de las personas mayores (IMSERSO, 2008)
Quiero saber en donde existen los centros de dia en ciudad de México
Lo siento no puedo contestarte a eso.
Estoy en España.
Muchos saludos