Hoy en día es muy frecuente hacerse la pregunta qué es el Alzheimer. Porque cada 3 segundos se diagnostica un nuevo caso de demencia a nivel mundial. Porque 2 de cada 3 nuevos casos de demencia son de tipo Alzheimer. Y porque al darnos ese diagnóstico nos asaltan miedos e incertidumbre.
Vamos a aclarar qué es, cuáles son los síntomas más frecuentes o cómo podemos retrasar su avance. Si eres cuidador o familiar de una persona con Alzheimer ten en cuenta esta información. Para cuidar, para guiar y para estar informado. Y si tienes dudas o necesitas que te asesoremos, escríbenos.
¿Qué es la enfermedad de Alzheimer?
El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que produce deterioro cognitivo. Es progresiva y la causa más frecuente de demencia. Quizás el síntoma más conocido es la pérdida continua de memoria. Pero también provoca desorientación, alteraciones del lenguaje o problemas para planificar tareas, entre otros.
Además, este deterioro cognitivo está acompañado por cambios en la personalidad y el comportamiento. Y todo ello desemboca en una situación familiar que puede generar tensión, estrés, angustia. Aunque siguiendo algunas recomendaciones o pautas la situación puede llevarse lo mejor posible.
Si tu familiar tiene la enfermedad de Alzheimer también es importante conocerla. Y saber sus síntomas más frecuentes o cómo mantener su calidad su vida. Toda la información que tengas a tu alcance te ayudará a sobrellevar la enfermedad y ofrecer los cuidados adecuados.
10 signos del inicio de la enfermedad
En el inicio de la enfermedad, aparecen unos signos que pueden hacernos presagiar el diagnóstico. Si sospechas que puedes padecerla tú o un familiar cercano fíjate en estas señales de alarma de Alzheimer´s Association. Si aparecen algunas, no dudes en acudir a tu médico.

- Cambios en la memoria que afectan a la vida diaria de la persona.
- Dificultades para planificar o seguir un plan y resolver problemas cotidianos.
- Problemas para las tareas diarias en casa, el trabajo y el ocio.
- Aparecen problemas de orientación en el tiempo y el espacio.
- Surgen problemas visuales como comprender una imagen o leer.
- Comienzan a tener problemas con el lenguaje, como por ejemplo para mantener una conversación.
- Ponen objetos fuera de su lugar habitual y no pueden recuperarlos.
- Aparecen cambios en la toma de decisiones.
- Se reduce la iniciativa de la persona.
- Surgen cambios en la personalidad o en el humor.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad?
Uno de los primeros síntomas más comunes en la enfermedad de Alzheimer es el deterioro de la memoria. Pero no es el único. A veces se identifica el Alzheimer con la pérdida de memoria. Pero también es común la desorientación temporal y espacial o los cambios de comportamiento.
Los síntomas se pueden organizar según el área que afectan:
Cognitivos, conductuales y psicológicos.
Es decir, aparecen síntomas como la pérdida de memoria, la agitación o la apatía. Son manifestaciones muy variadas de la enfermedad y cada persona la vive de forma distinta. El Alzheimer se manifiesta de manera diferente en cada persona.
Síntomas del Alzheimer
Vamos a ver algunos ejemplos de los síntomas de la enfermedad. Ten en cuenta que son muchos y nombramos algunos de los más frecuentes:
- Tu familiar puede olvidar el lugar en el que están ciertos objetos cotidianos.
- Puede olvidar dónde se está, aunque sea un sitio conocido.
- Puede olvidar la fecha en la que está.
- Es posible que no encuentre las palabras adecuadas para expresar algo concreto.
- En ocasiones pueden surgir cambios de humor, sentir desde desesperanza hasta euforia.
- Aparecen cambios en el comportamiento. Por ejemplo, agitación, una conducta desafiante, agresividad verbal o deambulación.
- Surgen problemas para realizar tareas sencillas o cotidianas. Actividades diarias que antes hacía sin dificultad.
- Puede perder la iniciativa y complicarse la toma de decisiones.
- En bastantes casos, aparece ansiedad, falta de interés o apatía y depresión.
¿Cómo retrasar el avance de la enfermedad?
Sabemos que, por el momento, no existe cura para el Alzheimer. Pero está demostrado que existen una serie de medidas que contribuyen, tanto a retrasar el avance de la enfermedad como a mejorar la calidad de vida de la persona.
Tratamiento farmacológico
El tratamiento con fármacos se ofrece desde que la persona es diagnosticada. Varios medicamentos que reducen los síntomas y que se eligen según la evolución del Alzheimer y otras enfermedades que la persona padezca.
Desde la fase leve de la enfermedad se recetan varios fármacos que alivian los síntomas. Mejoran los síntomas cognitivos, la conducta y la realización de las actividades diarias. Estos fármacos son donepezilo, rivastigmina y galantamina que dejarían de aconsejarse en la fase avanzada. Además, también se recomienda memantina en las fases moderada y grave.
Tratamiento no farmacológico
También es fundamental el tratamiento no farmacológico. Una serie de terapias dirigidas a mejorar la calidad de vida y a mantener la autonomía lo más posible. Si tu familiar padece esta enfermedad, es esencial participar en estas posibles terapias. Entrenan las capacidades cognitivas, retrasan la dependencia, reducen los problemas de conducta y apoyan a los familiares.
Y ¿qué actividades puede hacer tu familiar para retrasar el avance del Alzheimer? Son muy variadas y las ofrecen, por ejemplo, en las diferentes asociaciones de Alzheimer. Estos son algunas:
- Estimulación cognitiva. Son actividades que estimulan las funciones cognitivas como la memoria, el lenguaje o la orientación.
- Actividades de la vida diaria. Se valoran las actividades que están conservadas (higiene, vestido, alimentación, autonomía en el entorno, etc.) y se trabajan para retrasar su pérdida.
- Reminiscencia. En esta terapia se trabaja la memoria autobiográfica. De esta forma, se mantiene la identidad recordando el pasado personal.
- Orientación de la realidad. Son técnicas que usan para que la persona se sitúe en el tiempo, en el lugar y que se oriente respecto a sí mismo. Todo esto le ofrece control y seguridad.
- Musicoterapia. La terapia con música mejora la comunicación, la expresión, la salud general o la calidad de vida. Se utiliza tanto de manera individual como grupal (otras personas con Alzheimer y cuidadores familiares).
La enfermedad de Alzheimer es un proceso degenerativo que afecta a la conducta, la capacidad de comunicación o a la memoria. El entorno familiar suele verse sometido al dolor y la tensión que supone convivir con su ser querido con Alzheimer. Algo que hace indispensable contar con el apoyo profesional necesario para cuidar en el día a día.
Por eso, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Podremos asesorarte y guiarte, informarte y cuidarte