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La psicogerontología explica los cambios psicológicos de la vejez.
La catedrática de psicología de la Universidad Autónoma de Madrid Rocío Fernández Ballesteros (1999) nos explica qué es la psicología del envejecimiento: Una disciplina que estudia los cambios de la vejez, una etapa de la vida.
¿Y cuándo decimos que empieza la vejez? Al ser un proceso biopsicosocial es imposible calcular una edad a partir de la que empieza la vejez. Podemos explicarla al inicio de ciertos cambios como de capacidades o del grado de dependencia. En nuestra opinión, la vejez es otra etapa de la vida que podemos disfrutar plenamente.
¿Por qué es necesaria la psicogerontología?
La psicogerontología es necesaria porque colabora en la mejora de la calidad de vida. Porque nos explica los cambios psicológicos que se producen. Esto nos permite elaborar pruebas y técnicas adaptadas a las características propias de la vejez. Así mismo, posibilita crear intervenciones que aumenten el bienestar de las personas mayores e investigarlas para su evaluación y mejora.
¿Cuál es el papel de un psicólogo en este área?
A grandes rasgos, el rol del psicólogo en geriatría podemos explicarlo desde las distintas áreas de la psicología, entre otras:
- Psicología clínica y de la salud. Evalúa, diagnostica y trata los diferentes trastornos vinculados al envejecimiento (depresión, ansiedad, trastornos relacionados con las demencias, etc.). A un nivel preventivo, asesora a mayores, familias, cuidadores, servicios de atención sociosanitaria. Se promociona la salud, detectando factores de riesgo y fomentando hábitos de vida saludable a nivel comunitario, por ejemplo en residencias para mayores y centros gerontológicos (psicomotricidad, psicoestimulación, entrenamiento de la memoria…). Esta área de la psicología también se dedica a la investigación y la docencia.
- Psicología de la intervención social. Previene o reduce situaciones de riesgo social e individual (necesidades de higiene y alimentación, vivienda digna, participación social, toma de decisiones, acceso a los recursos sociales, apoyo social, etc.) en las personas mayores, interviniendo en la solución de problemas a nivel individual o grupal y mejorando la calidad de vida. Así mismo, también asesora a las distintas instituciones, empresas u organizaciones relacionadas con los mayores. Para alcanzar los objetivos fijados, la intervención social con los mayores debe ser interdisciplinar (trabajo conjunto de psicólogos, trabajadores sociales, sociólogos, abogados…).
- Psicología educativa. Interviene sobre la conducta y capacidades de aprendizaje y adaptación de las personas mayores en sus diferentes contextos. Desde el ámbito psicoeducativo se pretende mostrar a la sociedad el potencial enriquecedor de los más mayores, intentando desmitificar y derribar prejuicios que la sociedad tiene acerca del envejecimiento y así no coartar el desarrollo de las personas mayores.
La intervención de un psicólogo con personas mayores debe centrarse en la persona mayor (mejorar el funcionamiento de la vida diaria, cognitivo, emocional… para proporcionar un mayor bienestar), los cuidadores y familiares y si fuera el caso, intervenir en el centro donde reside.