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Conforme avanza la edad, vamos reduciendo algunas capacidades como la visión, el equilibrio o la movilidad. Por eso, sabiéndolo, llega el momento de hacer algunos cambios en el hogar, adaptar el espacio a la nueva situación y prevenir futuros problemas. Vamos a ver algunos consejos en este caso para adaptar el baño, una de las zonas de las casa con más riesgo de golpes y caídas. Consejos para tener un espacio adecuado, el mobiliario apropiado, los suelos antideslizantes o las duchas para personas mayores, entre otros.

Cómo adaptar el baño

Adaptar el baño para las personas mayores es un asunto que preocupa a muchos familiares o a las propias personas que ven cómo su higiene diaria se hace un poco más complicada últimamente. Por problemas de movilidad, equilibrio o visión, por ejemplo, puede complicarse el aseo diario y se hace imprescindible pedir ayuda. Si estás en esta situación, voy a darte varios consejos para que puedas realizar los cambios necesarios en el baño y así mantener tu autonomía el mayor tiempo posible.

1. Espacio y entrada al baño

El espacio disponible en el baño debe ser cómodo, amplio en la medida de lo posible y libre de obstáculos. Además la iluminación tiene que ser la adecuada a las capacidades visuales ya que a medida que avanza la edad podemos perder algo de visión. De esta manera conseguirás sentirte seguro y con total confianza en un espacio de la casa que utilizamos tan frecuentemente. Tener todo lo necesario a mano con libertad de movimientos te permite seguir siendo autónomo, independiente y reducir el riesgo de caídas. Así mismo, si la puerta de entrada se abre hacia fuera o es corredera se facilita el paso con mas seguridad y por ello dispondrás de todo el espacio interior para su uso.

2. Suelo antideslizante

El material antideslizante para el suelo es fundamental para evitar resbalar o caer. Este tipo de materiales te permiten acceder al baño con total seguridad y autonomía. Por ejemplo, un tipo de material es la cerámica con relieve que evita la acumulación de humedad en el suelo y asegura cada paso que das.

A parte de este tipo de material, te recomiendo tener el suelo libre de obstáculos, escalones o alfombrillas de baño que no estén bien adheridas a la superficie. Todo ello te dará la seguridad de poder mantener tu higiene de forma autónoma e independiente el mayor tiempo posible y si la situación lo permite.

3. Mobiliario adecuado

El mobiliario del baño debe facilitar los movimientos por la estancia. Si por ejemplo, tienes un pequeño armario o cajonera, podría colocarse en alto, para aumentar el espacio y para acceder a ellos de forma cómoda. Los accesorios, como por ejemplo un toallero, también podrías colocarlos a la altura adecuada de manera que te faciliten moverte por el baño con seguridad y total accesibilidad.

4. Lavabo

Otro de los cambios que puede realizarse en el baño es el del lavabo. Si empiezas a tener problemas de movilidad o por ejemplo si has perdido fuerza en las manos, colocar un lavabo suspendido a cierta altura cómoda o cambiar los grifos giratorios por grifos de palanca facilita la higiene diaria. Además se pueden instalar barras de apoyo para una mayor estabilidad y seguridad al asearte.

5. WC adaptado

El uso de un inodoro adaptado facilita agacharse e incorporarse con más facilidad y sin sobrecargar las rodillas o la cadera. Puedes por ejemplo instalar un elevador de WC para conseguir la altura adecuada (altura perfecta para que no te cueste utilizarlo y que los pies toquen el suelo) o colocar barras de apoyo o asideros para ayudarte a sentar y levantar.

6. Duchas para personas mayores

Las duchas adaptadas para personas mayores son imprescindibles cuando la movilidad se está reduciendo. Si te das cuenta de que te cuesta entrar en la bañera y no te sientes seguro al hacerlo, ha llegado el momento de adaptarla. Cambiar la bañera por una ducha es una opción necesaria para evitar y prevenir algún golpe o caída: Una ducha a ras del suelo, de material antideslizante y con ayudas específicas.

Si decides adaptar las duchas para personas mayores puedes realizar varios cambios y utilizar distintos productos de apoyo:

Plato de ducha en lugar de bañera

Utiliza el espacio de la bañera para colocar el plato de ducha, así es más sencillo y rápido. Este trabajo lo pueden realizar profesionales en un día por lo que no será un inconveniente. El suelo de la ducha debe ser de material antideslizante para evitar resbalar o alguna caídas y estar a ras del suelo para evitar tropiezos.

Sillas para ducha

Las sillas para la ducha son una ayuda técnica imprescindible cuando nos cuesta estar de pie un tiempo. Si este es tu caso, puedes colocar una silla en la ducha, asiento o taburete. Puedes utilizar por ejemplo:

  • Silla plegable con patas antideslizantes. Una silla de ducha que te ofrece comodidad y sobretodo seguridad en tu momento del baño. su altura es graduable así que puedes regularla con sus patas extensibles. 
  • Silla con reposabrazos. Esta silla mejora tu seguridad porque te permite agarrarte y moverla gracias a los reposabrazos que además están forrados con espuma. Por su material es ligera y el asiento dispone de un sistema de drenaje que permite el paso del agua. 
  • Silla en herradura con respaldo. Este tipo de silla para las duchas de personas mayores te facilita la higiene íntima y te ofrece seguridad y comodidad gracias al respaldo y a su altura regulable. 
  • Silla en herradura plegable. Esta silla dispone de un dispositivo de antiplegado de seguridad que te ofrece así la mayor confianza en el momento de la ducha. También dispone de patas regulables a la altura que necesites, es ligera, se puede plegar para guardarla o transportarla y por su diseño facilita tu higiene íntima.

Agarrador ducha

Los agarradores o asideros para la ducha son un producto de apoyo necesario cuando la movilidad va disminuyendo. Si puedes apoyarte o agarrarte en un asidero para acceder a la ducha o para sentarte en la silla de ducha te sentirás más seguro y por tanto más autónomo (no será necesario pedir ayuda en tu higiene). Algunos de estos asideros pueden ser:

  • Asidero autoinstalable. Este asidero se coloca con una ventosa al vacío dónde necesites y a la altura que quieras. Dispone de una pequeña ventana que si está en rojo te indica que no está bien colocado. Además el mango es ergonómico y antideslizante por lo que te ofrece toda la seguridad al agarrarlo para entrar o salir de la ducha. 
  • Asideros suaves de baño. Estos asideros se anclan a la pared en el lugar que necesites. Gracias a su material son antideslizantes, de tacto suave y resistentes ya que están hechos de acero inoxidable. 
  • Asideros para baño ranurados. Son agarres hechos de plástico antihumedad por lo que te dan la seguridad total de no resbalarte. Al ser ranurados, aumenta esta seguridad aún cuando tengas las manos mojadas. 
  • Asidero de pared. Este tipo de asideros son muy resistentes, de tacto suave y con relieve, por lo que te permite la mayor seguridad al agarrarlos. Son sencillos de colocar y los puedes encontrar en distintos tamaños. 

Realizar los cambios necesarios para adaptar el baño según nuestras necesidades es fundamental para mantener nuestra calidad de vida y autonomía. Utilizar las ayudas técnicas disponibles, como los asideros, sustituir las bañeras por duchas para personas mayores o usar las sillas adecuadas para el aseo te permitirán mantener tu higiene diaria de forma autónoma y por tanto tu bienestar.  

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