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El cuidador principal de un familiar mayor dependiente asume gran cantidad de tareas, que con frecuencia superan sus posibilidades reales de llevarlas a cabo.
Además, implica asumir una carga emocional al darse cuenta de las nuevas dificultades y deterioro del familiar. Por todo ello, cuidar a un familiar en situación de dependencia puede generar un nivel alto de estrés.
Os explicamos qué es el estrés y os damos algunas recomendaciones para disminuir las situaciones estresantes que se generen:
¿Qué es el estrés?
El estrés aparece cuando la persona percibe una situación como amenazante y esta amenaza perjudica el bienestar. Hay que tener en cuenta que cada uno percibimos de diferente manera. La misma situación puede generar o no estrés, dependiendo de las características de cada persona.
Los síntomas más comunes del estrés son el aumento de la tasa cardíaca, la fatiga o la ansiedad.
Queremos aclarar que un adecuado nivel de estrés puede tener consecuencias positivas. Por ejemplo, la adaptación a los cambios o el inicio de un desafío personal pueden implicar cierto nivel de estrés y percibirse como positivo. Nos ayuda a actuar. El problema aparece cuando el estrés aumenta y continua en el tiempo generando ciertos problemas físicos y emocionales.
¿Cómo podemos atenuar una situación estresante?
Cuidar a una persona mayor dependiente gasta gran parte de nuestros recursos y energías. Habitualmente se relaciona con tareas que requieren gran cantidad de trabajo y la vida de un cuidador se organiza en función del enfermo. Se requiere de una atención instrumental y emocional. El estrés aparece cuando el cuidador percibe que esta situación de demanda se excede a sus recursos para enfrentarse a ella.
Para atenuar una situación estresante, debemos:
- Planificar las tareas a realizar y los cuidados futuros, informándonos sobre la situación de dependencia u enfermedad de nuestro familiar.
- Tomarse tiempo para uno mismo. Dedicarnos tiempo para realizar actividades de ocio, hobbies, relajarnos… Es necesario cuidarse para poder cuidar a los demás.
- Compartir nuestras preocupaciones, con nuestra familia, grupo social o grupos de apoyo. Debemos permitir que otros nos ayuden.
- Reconocer nuestras propias limitaciones.
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