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Los cuidadores que atienden a personas mayores a domicilio tienen en cuenta algunos aspectos que mejoran la calidad de la atención. El cuidado de ancianos a domicilio implica tener ciertos conocimientos sobre el envejecimiento y la vejez que aseguren la atención adecuada. Además, para realizar esta actividad profesional es fundamental contar con habilidades específicas.

Conocimientos y habilidades específicas de los profesionales

Los cuidadores profesionales de personas mayores deben tener conocimientos sobre los procesos de envejecimiento y otros específicos de cada categoría profesional. En general, la atención sociosanitaria a domicilio ofrece formación acerca de los siguientes temas:

  • Atención higiénica (identificación de necesidades, aplicación de técnicas de aseo e higiene…)
  • Alimentación (administración de alimentos, uso de técnicas de alimentación, gestión y aprovisionamiento…)
  • Movilización (utilización de técnicas de movilización, cambio postural y traslado)
  • Seguridad (por ej. riesgos domésticos), primeros auxilios, toma de constantes vitales y administración de medicamentos.
  • Apoyo psicosocial (apoyo en las relaciones sociales, la relación con el entorno y comunidad, la comunicación, acompañamiento…)

Además, son necesarias ciertas habilidades personales en el cuidado de ancianos a domicilio. Entre otras destacamos la actitud de apoyo a la persona mayor, respeto, empatía, comprensión, escucha activa o no realizar juicios de valor. Estas habilidades y conocimientos permitirán que la atención que ofrece el cuidador profesional sea de alta calidad y beneficie a la situación de cuidados y a la persona atendida y su entorno cercano.

Claves para el cuidado de alta calidad

Los cuidadores profesionales eficaces mantienen ciertos hábitos y habilidades que aportan calidad a su trabajo y a la relación con la persona atendida. A continuación, detallamos alguna clave para cuidar de forma eficaz:

  • Tener información sobre la persona mayor a la que cuida. Es fundamental para ofrecer una atención de calidad conocer la biografía de la persona, sus intereses, sus gustos o sus aficiones.
  • Como ya hemos comentado, es necesario tener los conocimientos adecuados y formales para atender correctamente. Además, si la persona mayor padece algún tipo de patología específica, el cuidador debe tener los conocimientos necesarios.
  • Disponer o elaborar un plan de cuidados. Se trata de una guía de trabajo en la que se incluyen objetivos a cumplir en cuanto a las actividades de la vida diaria y los propuestos por la persona mayor. Ésta por supuesto y en la medida de lo posible se involucra en la elaboración del plan.
  • Ciertas cualidades y el carácter del profesional pueden influir en la situación de cuidados. Por ejemplo el factor vocacional, la empatía (poder situarnos en el lugar del otro), la comprensión, la escucha activa o la paciencia.
  • Ser previsor conociendo el ritmo vital de la persona ayuda a advertir posibles situaciones de riesgo.
  • Las habilidades sociales adecuadas facilitan la relación con la persona atendida y sus familiares.
  • La comunicación eficaz es indispensable porque mejora la relación, facilita la resolución de problemas o la realización de las tareas.

Los profesionales que se dedican al cuidado de ancianos a domicilio deben abarcar las necesidades físicas, sociales y emocionales. Así, la atención sociosanitaria y el apoyo necesario se orientarán de tal forma que estas necesidades queden resueltas y proporcionen un alto bienestar.

 

 

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